Nicaragua convirtió su diplomacia en «trampolín» para regímenes autoritarios

*** Un análisis del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica documenta cómo el régimen Ortega-Murillo transformó la política exterior en herramienta de supervivencia política.  Cuando Daniel Ortega regresó al poder …

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por Comunicación CETCAM

*** Un análisis del Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica documenta cómo el régimen Ortega-Murillo transformó la política exterior en herramienta de supervivencia política. 

Cuando Daniel Ortega regresó al poder en 2007, Nicaragua parecía encaminarse hacia un pragmatismo diplomático que mantendría a Estados Unidos como su principal socio comercial. Casi dos décadas después, el país se ha convertido en un «trampolín» para la influencia de regímenes autoritarios como Rusia, China, Irán y Corea del Norte en Centroamérica. 

Esta es la principal revelación del estudio «Entre el aislamiento y la alineación autoritaria: Transformaciones de la política exterior en Nicaragua. 2007-2025», recién publicado por el Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (CETCAM), que documenta cómo la diplomacia nicaragüense dejó de ser un instrumento de fortalecimiento de los vínculos con el mundo, para convertirse en una extensión del aparato autoritario del régimen Ortega-Murillo. 

La investigación afirma que la política exterior ha sido «subordinada a los intereses del clan familiar para perpetuarse en el poder» y, tras la brutal represión de 2018, tiene como principal característica el autoaislamiento selectivo para no rendir cuentas al mundo por los crímenes de lesa humanidad ni la radicalización del régimen autoritario familiar. 

Ante las demandas de la comunidad internacional para un cambio democrático y el respeto a los derechos humanos, Nicaragua reaccionó rompiendo relaciones con gobiernos europeos y abandonando foros multilaterales hemisféricos y universales, según el análisis de CETCAM. 

En su lugar, fortaleció vínculos con un eje autoritario global. Con Rusia firmó en 2024 «un acuerdo de cooperación militar por diez años que podría incluir acceso de fuerzas rusas a puertos nicaragüenses». Con Irán estableció un preocupante «intercambio de saberes represivos» a través de acuerdos de cooperación judicial. Con Corea del Norte reabrió su embajada en Pyongyang, posicionándose como parte del bloque que confronta el orden democrático. 

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, se reúne con el ministro de Asuntos Exteriores de Nicaragua, Denis Moncada, y el representante especial del presidente nicaragüense para la cooperación comercial, económica y de inversión con Rusia, Laureano Ortega, en Managua (Nicaragua), el 19 de abril de 2023.

Sus vínculos con China representan uno de los desafíos geopolíticos más importantes. Tras romper con Taiwán en 2021, Nicaragua recibió préstamos por más de 567 millones de dólares y firmó un tratado de libre comercio «en tiempo récord». Sin embargo, CETCAM advierte que las inversiones chinas «responden a estrategias geopolíticas de largo plazo». 

El estudio concluye que la estrategia del régimen ha sido compensar su aislamiento del mundo democrático con alianzas políticas y económicas con gobiernos autocráticos que comprometen al país y facilitan los intereses confrontativos de estos actores internacionales. 

Por otro lado, reconstruir las relaciones internacionales del país será un desafío que requerirá “diseñar una estrategia diplomática, inteligente y honesta, con el objetivo de recuperar credibilidad y apoyo internacional sin generar conflictos innecesarios ni afectar la estabilidad del país, que descanse en principios democráticos y el respeto de los derechos humanos”.