Escalada de represión en Nicaragua y crisis política en Honduras

Recientes acontecimientos en Nicaragua y Honduras han puesto de manifiesto la creciente inestabilidad política en la región centroamericana, caracterizada por la intensificación de la represión gubernamental y la influencia del …

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por Comunicación CETCAM

Recientes acontecimientos en Nicaragua y Honduras han puesto de manifiesto la creciente inestabilidad política en la región centroamericana, caracterizada por la intensificación de la represión gubernamental y la influencia del crimen organizado en las estructuras estatales.

Es por esto que el Centro Transdisciplinarios de Centroamérica (CETCAM) realiza un análisis en su boletín Perspectivas 177 sobre los movimientos de funcionarios públicos que buscan darle forma a la sucesión dinástica en Nicaragua y, sobre el escándalo en Honduras que permea las relaciones del gobierno con el narcotráfico.

En Nicaragua, el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo ha aumentado las medidas represivas tanto dentro de su círculo de poder como contra la Iglesia católica. Según Perspectivas, «en las semanas más recientes, el círculo de poder en Nicaragua se ha visto sacudido hasta los cimientos por las purgas de altos funcionarios públicos y que ya han tocado incluso a oficiales de primera línea en el ejército».

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La magnitud de estas purgas es significativa indica CETCAM, «altos funcionarios públicos, oficiales de primera línea de la policía y el ejército, magistrados y jueces del poder judicial, alcaldes y secretarios políticos del FSLN, entre otros, han perdido el sueño. Les afligen las noticias de la caída en desgracia, humillaciones y encarcelamiento de muchos de ellos en las semanas más recientes».

Paralelamente, la persecución religiosa ha alcanzado niveles alarmantes. El informe señala que «desde 2018 a esta parte, más de 270 sacerdotes y obispos han sido encarcelados, desnacionalizados, desterrados y forzados al exilio, mientras otros son acosados, amenazados y visitados por la policía permanentemente».

El régimen también ha atacado la infraestructura y los recursos de la Iglesia y muestra de ello son las siguientes cifras: «más de 20 televisoras y radio emisoras de alcance nacional y regional de la Iglesia católica han sido cerradas y confiscadas en dos años y medio. Las escuelas, colegios y universidades regentadas por párrocos y órdenes religiosas también han sido objeto de ocupación forzosa, cierres y confiscaciones», detalla.

En Honduras, el gobierno de Xiomara Castro enfrenta una crisis política tras denunciar el tratado de extradición con Estados Unidos, el pasado 28 de agosto, “alegando injerencia e intervencionismo de Estados Unidos, el gobierno de Xiomara Castro en Honduras denunció el tratado de extradición que ambos países habían mantenido desde el año 1912″.

La situación se agravó por un escándalo reciente que se dio “por la publicación de un video donde el secretario del Congreso, Carlos Zelaya, hermano del expresidente José Manuel Zelaya y cuñado de la actual presidenta, aparece reunido con unos narcotraficantes».

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Este incidente ha provocado renuncias en el gobierno y ha generado preocupación sobre la influencia del crimen organizado en las estructuras estatales, según indica el análisis de CECAM: «diferentes sectores de la sociedad hondureña se han pronunciado públicamente rechazando la denuncia del tratado de extradición y ciudadanos efectuaron una marcha también en rechazo porque consideran que fue para proteger a la familia Zelaya».

La crisis actual «complica el escenario político del país y especialmente el de la familia Zelaya considerando que a inicios de 2025 se llevarán a cabo las primarias para las próximas presidenciales», detalla CETCAM. 

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