El Centro de Estudios Transdisciplinarios de Centroamérica (CETCAM) presenta su boletín Perspectivas, edición 187, un exhaustivo análisis que hace un balance del año 2025, en el que revela cómo la región latinoamericana atraviesa un momento crítico marcado por el avance del autoritarismo, cambios electorales significativos y una nueva estrategia de seguridad estadounidense que reaviva doctrinas históricas de intervención.
En Nicaragua, “el año 2025 ha estado marcado por la preparación del régimen para la sucesión de Daniel Ortega”, señala Perspectivas. Para sostener el poder y garantizar la transición dinástica, el régimen Ortega-Murillo ha desplegado una estrategia en tres frentes: reconfiguración del marco jurídico-institucional, escalamiento represivo y fortalecimiento de alianzas con potencias autocráticas.
El análisis documenta cómo la vicepresidenta Rosario Murillo ha consolidado sistemáticamente su control mediante reformas constitucionales que “alteraron más del 93% del articulado original”, estableciendo un régimen de co-presidentes y eliminando la división de poderes. En el ámbito represivo, continúan las detenciones arbitrarias con “al menos 70 personas reconocidas como prisioneras políticas”, mientras el Grupo de Expertos de Naciones Unidas registra “120 personas en condición de desaparición forzada entre 2018 y el 2025”. El boletín advierte que “el subregistro es alto considerando que numerosas personas y sus familias son forzadas a los arrestos domiciliarios sin posibilidades de comunicarse con familiares por ninguna vía”.
Adicionalmente, se reporta la legalización de “una fuerza paramilitar” estimada en 70,000 integrantes, y la persecución transnacional ejemplificada con el asesinato del mayor en retiro Roberto Samcam en Costa Rica. En el plano internacional, el régimen ha reforzado alianzas con Rusia, a quien “respaldó en diferentes foros internacionales en su guerra de invasión a Ucrania”, y con China, otorgando “numerosas concesiones para la explotación de minas en territorios considerados reservas biológicas”, comprometiendo la soberanía nacional.
Estados Unidos retoma control estratégico de la región latinoamericana con despliegue militar y doctrina Monroe renovada
CETCAM identifica una reconfiguración geopolítica en las últimas tres décadas. Según Perspectivas 187, Estados Unidos ha desplegado “el mayor operativo internacional en los últimos treinta y cinco años” en el Caribe, con miles de efectivos militares, buques y aviones de combate, justificado oficialmente como parte de la lucha contra el narcotráfico bajo la iniciativa “Lanza del Sur”.
El boletín señala que este despliegue “tiene un claro propósito político” centrado en las presiones al régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, a quien Washington acusa “de complicidad con el narcotráfico y de servir como plataforma regional de actores hostiles”. El presidente Donald Trump ha afirmado que “los días de Maduro están contados”, aunque ha mantenido posiciones oscilantes sobre una posible intervención militar.

CETCAM advierte que la administración estadounidense ha revivido “la doctrina Monroe agregándole un ‘corolario Trump'” y dado a conocer “una nueva estrategia de seguridad nacional que marca una nueva pauta en las relaciones de Latinoamérica con el vecino del norte”. Estas acciones ocurren en un contexto donde actores externos como Rusia y China “disputan a Estados Unidos su histórica hegemonía sobre la región”.
El documento también registra un cambio significativo en el panorama electoral latinoamericano. Durante 2025 se efectuaron procesos electivos en Ecuador, Bolivia, Argentina y Honduras, mientras Chile tiene pendiente un balotaje y Costa Rica se prepara para elecciones en febrero de 2026. Según el análisis, “en todos los comicios efectuados hasta ahora, la tendencia marca un giro hacia gobiernos de derecha”.
Honduras: elecciones cuestionadas mantienen país en incertidumbre
Las elecciones hondureñas del 30 de noviembre representan uno de los casos más problemáticos documentados por CETCAM. El informe señala que la votación se realizó “después de una campaña cargada de tensiones con acusaciones a la credibilidad del Tribunal Supremo Electoral (TSE)” y el “llamado público y directo del propio presidente norteamericano Donald Trump para inclinar los votos a favor del candidato de su preferencia”.
Casi dos semanas después de los comicios, y “con 99% de las actas escrutadas”, se reporta que Nasry Asfura del Partido Nacional lidera con 40.52% frente a Salvador Nasralla del Partido Liberal con 39.20%. Sin embargo, “falta el escrutinio y revisión de más de 2,600 actas que muestran inconsistencias y representan un poco más de 500 mil votos”, cifra que podría alterar los resultados.

El análisis de Perspectivas documenta múltiples denuncias: Nasralla alegó que “personas no autorizadas habían tenido acceso a credenciales del sistema de transmisión de datos”, mientras sectores de la sociedad hondureña denunciaron “la injerencia de Estados Unidos en las votaciones como algo nunca visto”. Por su parte, el Partido Libre y la presidenta Xiomara Castro hablan de un “golpe electoral”.
CETCAM concluye que independientemente del ganador, el nuevo gobierno “tendrá una clara orientación hacia la derecha” y “representa un castigo de los votantes a la gestión de gobierno de Libre, dominada por la familia Zelaya-Castro”.







